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El viaje de ensueño que pasó por el altar

  • Danel Ayesta
  • 8 ene 2018
  • 2 Min. de lectura

Gastón y Marcela son dos amigos viajeros que conocí en Perú y en México registraron uno de los momentos más emotivos de su vida. Se casaron en un viaje de ensueño y con decenas de condimentos muy peculiares.


Mochileros llegaron a México y se casaron


Estos jóvenes hace 1 año y medio salieron de su Rafaela natal en búsqueda de lo desconocido y de forma sistemática fueron adoptando el estilo de vida viajero. Llegaron a la tierra Azteca entre buses y mucho Autostop por diversos puntos de Latinoamérica, habiendo recorrido más de 20 mil kilómetros. Cuando estaban por Nicaragua Marcela, devota de la Virgen de Guadalupe, planteó la posibilidad de contraer matrimonio en México y Gastón acompaño el deseo, el sueño.


Fue así que empezó una incesante lucha para poder encontrar la Iglesia y pactar una fecha. "Parecía imposible. Por diversas cuestiones burocráticas o de dinero se cerraban las puertas, pero finalmente lo logramos". En un pueblo llamado Puerto Morelos, tras insistir con el cura y las secretarias de la parroquia, pudieron dar el sí frente a un marco que nunca hubieran imaginado.


Casamiento de argentinos en México


"Pensábamos casarnos con lo que llevábamos en la mochila, pero en la parroquia habían donado dos vestidos y uno le fue a Marcela. Así que se casó de blanco", recordó Gastón y agregó: "Marce se casó descalza porque no tenía zapatos y yo apenas con una camisa que me prestaron". Se sumaron otras peculiaridades. Por ejemplo los padrinos fueron "unos que estaban ahí al frente", mientras que las testigos resultaron ser las secretarias y el Couchsurfing. "El chico que nos recibía en su casa además fue el fotógrafo", recordó el santafesino.


En cuanto al ramo "fueron rosas robadas el día anterior". No había mucho presupuesto ni tiempo pero si mucha emotividad. "Uno no necesita tener muchas cosas para tener algo", las palabras del cura que emocionaron a la pareja el último domingo. "También contó nuestra historia como viajeros. La forma en la cual llegamos y eso dió un poco de vergüenza. Pero fue muy lindo la verdad", aseguró el novio.

Ambos salieron de Rafaela con el sueño de poder viajar. En medio de ese extenso paseo apareció la posibilidad de casarse y lo hicieron sin importar las dificultades ya sea en gestionar la parroquia, pasando por la ropa y terminando con los testigos.


"No hay imposibles cuando uno se lo propone. Es más fácil quejarse por algo que no se puede que hacer algo para q eso se pueda", concluyó Gastón!


Mochileros de Argentina

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Acerca de mí

Soy un joven periodista que decidió dejar su trabajo estable en los medios de comunicación, en búsqueda de cumplir su sueño de dar la vuelta al mundo. Todas mis experiencias son difundidas mediante textos e imágenes que cuentan con una perspectiva propia.

 

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