ALIMENTOS GRATIS O A BAJO COSTO: DUMPSTER DIVING Y TOO GOOD TO GO
- Danel Ayesta
- 6 jun 2018
- 4 Min. de lectura
El concepto “costoso” para describir a Francia, antes de destacar sus bondades, me acompañó durante gran parte del viaje por España. Llegué a escuchar que “comprabas caro hasta cuando querías economizar”. Por tal motivo ingresé con un poco de miedo a la tierra gala, pero en pocas horas junto a mi novia nos fuimos aclimatando a la nueva economía llegando a gastar un promedio de 4 euros diarios por persona. En parte, gracias a Too Good to go y en menor medida la práctica del Dumpster Diving.

Ya sabíamos de antemano que el AutoStop funcionaba y que el camping libre es muy tolerado – paradores y estaciones de servicios suelen presentar buenas opciones -. También confiábamos en seguir en buena racha con “Couchsurfing” y “trustroots” y aprovechar una invitación previa a Nantes por parte de unos amigos de mi novia. Pero faltaba resolver un punto relevante: ¿Cómo haríamos para alimentarnos en uno de los países más caros del mundo?
En Francia las opciones económicas están limitadas a los locales Kebab – recetas del Medio Oriente cuyos menús parten de los 5 euros- y comida hecha, fiambres e insumos para cocinar provenientes de grandes cadenas de supermercados – Lidl y Leader Price presentan las mejores ofertas–. Cada vez que llegábamos a un nuevo sitio, observábamos Google Maps y explorábamos la opción “Supermercados”, pero a veces debíamos caminar muchos kilómetros desgastando tiempo pero sobre todas las cosas energía.
Por suerte encontramos una nueva opción que se convirtió en bisagra, en especial en lugares turísticos en donde absolutamente todo es costoso para un viajero de escaso presupuesto y es “TOO GOOD TO GO” (demasiado bueno para irse). Se trata de una App que permite adquirir comida sobrante de Restaurantes, Cafés, panaderías, Verdulerías, Cadenas de supermercado y demás a precios muy competitivos – en promedio 3 euros-.
En ciertos puntos de Europa el despilfarro es exorbitante. Desde pequeños comercios hasta grandes cadenas arrojan anualmente miles de toneladas a la basura. A modo de ejemplo, experimentamos como Brioche Doree, una cadena que cuenta con alrededor de 300 locales en Francia, tiró en tan sólo una de sus pastelerías más de 50 kilos en una noche. Imagínate cuántas toneladas de comida en óptimo estado se desperdician a diario. Imagínate cuántas personas se podrían alimentar.
#Toogoodtogo intenta propulsar una práctica colaborativa beneficiosa para ambas partes. Los establecimientos tienen la posibilidad de reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos, y los consumidores la alternativa de disfrutar de buenas comidas a precios muy económicos. En nuestra primera experiencia, obtuvimos un sándwich de jamón y queso, dos panes con chocolate y otro con frutas a tan sólo 3 euros – su precio original era de 12. En el turístico pueblo La Rochelle, bajo el mismo precio, la variedad fue una considerable porción de pizza, dos panes de chocolate y crema más otro con frutas. La tercera, la mejor: más de dos kilos entre pizza, tarta, sandwiches, panes dulces y salados
¿En qué países funciona la aplicación?
Nació en Dinamarca y en el corto plazo llegó a otros países de Europa e inclusive Estados Unidos. Completan la lista Alemania, Francia, Austria, Suiza, Holanda, Suecia, Italia, Gran Bretaña y Bélgica. Se espera que en el corto plazo llegue a España, país en el cual anualmente se desperdician alrededor de 7,7 millones de toneladas de alimentos.
DUMPSTER DIVING, ACOMPAÑADOS

A diferencia de Too good to go, se trata de una práctica que no está regulada y requiere de un mejor estudio. Saber de antemano cuándo, qué y dónde será desperdiciado el alimento. Se abre la gran posibilidad de recolectar decenas de kilos de desperdicio bajo ningún costo. En nuestro caso, gracias a la invitación de un amigo, decidimos sumergirnos en esta experiencia y así la vivimos. UN CRIMEN LLAMADO DESPERDICIO Entramos a un centro comercial de Toulouse a diez minutos de su cierre. Levi, nuestro anfitrión en Francia, se adelanta, habla con la empleada de una pastelería y vuelve por nosotros. En fila india y de forma discreta nos dirigimos a una puerta trasera. Con signos de agotamiento la chica y nuestro amigo bajan las bolsas de residuos. Parece que allí hay mucho pero al momento poco sabemos del contenido.
Llega el momento de la apertura y una vez echado el vistazo la reflexión: “Esto es un crimen”, pienso. Nada más ni nada menos que alrededor de 100 kilos de comida en buen estado. Montañas de facturas, baguettes, sándwiches, tortas, postres y demás. No puedo pensar, no sé qué hacer ante tanta abundancia. “Sí te sorprende esto, en un rato arrojan más comida y mejor organizada”, destaca Levi mientras busca su sándwich de salmón, “mi favorito”, y descarta el 98% de la mercadería que minutos posteriores pasará de un óptimo estado a entremezclarse con otros desechos.
Alrededor de 500 euros (costo de venta) a un paso de ser descartados. Me acuerdo de los inmigrantes en situación de calle que cruzamos una vez llegados a Toulouse. Rememoro mi viaje por Venezuela en plena emergencia alimenticia. Vuelvo a Buenos Aires, a mis épocas de periodista observando a centenares de familias revolviendo en la basura (Ceamse) y encontrando un mínimo alivio en un producto vencido.También recuerdo a un famoso militante social en la India, que logró crear un circuito a nivel nacional para recuperar el desperdicio de los pudientes casamientos y así alimentar a decenas de miles de familias.
Un claro ejemplo de que puede aprovecharse el desperdicio y bajo esos valores nace la práctica denominada Dumpster Diving.Brioche Doree es una cadena que cuenta con 300 locales en Francia. Sí tan sólo una de sus pastelerías arroja más de 50 kilos en una noche, imagínate cuántas toneladas de comida en óptima calidad se desperdician a diario. Imagínate cuántas personas se podrían alimentar. Imagínate cuántos se animarían a optar por esta opción si hiciéramos una segunda lectura, si no lo pensáramos desde el preconcepto de que es “basura”. Revolver en la basura es revolver en la basura. Aprovechar alimentos en buen estado antes de que sean botados en la basura es evitar
UN CRIMEN LLAMADO DESPERDICIO.
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