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Voluntariados, la pata de la precarización laboral

  • Danel Ayesta
  • 14 oct 2018
  • 3 Min. de lectura

Recordé los conceptos de un hombre en Puerto Misahuallí, Ecuador. Le preguntaba hace alrededor de dos años si sabía sobre algún voluntariado por la zona. El hombre en cuestión se enfureció: "¿TE VAS A ESCLAVIZAR POR UN PLATO DE COMIDA Y UNA CAMA?", señaló de forma efusiva.

Yo le di otra lectura. Le hablé sobre la posibilidad de experimentar en situación de viaje nuevas experiencias, conocer personas y demás. Muy en segundo plano, tener solventado el hospedaje y alguna o todas las comidas.

Bajo esta premisa, aceptamos con Andrea la propuesta de "Try It", una empresa de Merghulo. El voluntariado, en relación a otros, presentaba una carga excesiva pero una propuesta motivante. Seis días a la semana, seis horas, representando a un emprendimiento de Mergulho / Snorkel en Guaratuba, Bahia, Brasil.

Llegamos y nos recibió bien el dueño junto a los voluntarios. Como estábamos cansados, nos invitó a descansar y empezar un día posterior la actividad. Por la noche, hizo unas caipirinhas y nos acercamos a la "Galera" (así le dicen al grupo en Brasil).

Empezamos de a poco la experiencia. Apelando mucho a nuestro sentido debido a que las instrucciones eran muy escasas. Tuve en mis manos una Go - Pro y recién en el tercer día, con ayuda de un compañero voluntario, le agarré la mano. En paralelo, mi compañera hacía trabajos de recepción como acercar a la gente, lavar las máscaras y tomar nota.

De pronto, de los cinco que éramos quedamos cuatro. Ese día caí en lo que estaba aconteciendo: eramos cuatro voluntarios "coordinados" por una voluntaria, llevando las riendas del proyecto. Para ser más claro: una empresa conformada íntegramente por voluntarios con la aparición circunstancial en la segunda semana de su jefe y esposa.

SOMOS VOLUNTARIOS, NO TRABAJADORES

Notábamos muchas irregularidades y desprolijidades. Buscábamos la manera de exponerlas, de que nos escuchen. No hubo caso. Tampoco en un momento bisagra, cuando se ofreció el servicio sin que las condiciones del mar fueran las adecuadas, generando el fastidio de los clientes (según ellos todos se fueron felices) a tal puntos que debieron devolver el dinero de la excursión.

Un día posterior se repitió, desde mi perspectiva, la "estafa" y tanto Andrea, como yo y nuestro compañero sentimos frustración. Ante la falta de respuesta, ambos tuvimos que elevar el tono para que entiendan pero no hubo caso.

SOMOS VOLUNTARIOS, NO TRABAJADORES

Como voluntarios solo teníamos que acatar las órdenes y punto. Una falta total de autocrítica y cuidado hacia los voluntarios. Excusas infantiles, irracionales que a esta altura nos tienen sin cuidado, pero que pueden afectar a otro. Una sutil invitación a retirarnos que hoy se están concretando después de un nuevo cruce.

Después de una semana, habiendo trabajado el 25 y el mismo primero, nos correspondía día libre. Entonces nos manejamos por la mañana con total tranquilidad hasta que recibimos el “vamos?". Yo miré a la "voluntaria" a cargo y le expliqué que teníamos folga (libre).

SOMOS VOLUNTARIOS, NO TRABAJADORES

La jovencita en cuestión se enfureció y empezó a gritar desencajada recriminando que no habíamos trabajado nada, que habíamos desayunado, tomado vodka (?), que nunca le pasó algo así. Bla, bla, bla para nuestros oídos.

Osea, nosotros voluntarios le teníamos que avisar que teníamos libre después de 6 días trabajando en la playa, con el desgaste que produce las temperaturas por encima de los 30 grados. Cuestión que nos amenazó con echarnos si no íbamos a trabajar. No tuvo en cuenta que estamos acostumbrados a encontrar rápidas respuestas.

Si no bastaba esa excusa de "no haber avisado", arrojó que nosotros habíamos tenido libre el día que llegamos. Osea, que ese "descansen tranquilos que mañana empiezan" era folga. Nunca nos avisaron eso. Nos basamos en las típicas dinámicas de un voluntariado que uno llega, se acomoda y al otro día comienza. Otra falta de comunicación.

En relación a la experiencia elaboramos una serie de recomendaciones para no caer en la estafa. Para no caer en una práctica que con el correr de los años se hace aún más frecuente. De hecho, pisan cada vez con más fuerza las plataformas que exigen una cuota anual, para funcionar como intermediarios. Brindar información de diversos voluntariados legítimos y otros como pata de la precarización laboral. A TENER EN CUENTA

☑️Coordina y pregunta absolutamente todo antes de hacer un voluntariado para que no queden dudas.

☑️Si hay un agregado fuera de lo pactado, exige más beneficios.

☑️No permitas que te sometan a trabajos pesados que generen enormes desgaste.

☑️No permitas que te desvaloricen como persona. Usual práctica perversa en búsqueda de exprimir lo más posible al voluntario.

☑️No calles. Exige ser escuchado. Coordina una reprocidad que sea beneficiosa para ambas partes.

☑️Si todos los días terminas súper cansado y no tenes tiempo para nada, algo no está bien.

☑️Páginas especializadas como WorkAway exigen como máximo 5 horas por dos días de descanso.

 
 
 

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Acerca de mí

Soy un joven periodista que decidió dejar su trabajo estable en los medios de comunicación, en búsqueda de cumplir su sueño de dar la vuelta al mundo. Todas mis experiencias son difundidas mediante textos e imágenes que cuentan con una perspectiva propia.

 

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